CDMX.- El pasado domingo 25 de agosto, y en medio de una gran oferta de espectáculos en la capital del país, la fuerza y entrega de la escena emergente de la ciudad se hizo presente en la nueva sede del famoso Multiforo Alicia con la participación de Dalton, Club de Orquídeas, Nova Club, y una presentación especial de Jesús Rex Mafia, un proyecto originario de Guadalajara que ha estado ganando popularidad. La noche ofreció lo mejor de una escena musical vibrante y enérgica.
La cita fue cerca de las 4:40 p.m. en la nueva ubicación del Foro Alicia, un espacio mítico que, en su versión anterior, fue el origen de las carreras de muchas bandas y proyectos musicales que hoy en día forman parte del inconsciente colectivo nacional, como Silverio, La Maldita Vecindad, Austin TV, y Panteón Rococó, por mencionar algunos.
Así, por primera vez desde que el nuevo espacio del Alicia fue inaugurado en el corazón de la colonia Santa María La Ribera, nos reunimos para una tarde de música organizada por el colectivo Mezcal Music, dedicado a promover y apoyar la escena emergente de la Ciudad de México y sus alrededores. Cuatro bandas ofrecieron un espectáculo energético, divertido y lleno de propuestas emocionantes que hoy te recomendamos.
Jesus Rex Mafia: La fuerza de los bajos y el gusto por lo mórbido.
Conformada por Eddie Dakota en voz, guitarra y sintetizadores, Luis Orozco en el bajo, voz y sintetizadores, y Nando Delgado en batería y percusiones, Jesús Rex Mafia, desde Guadalajara, Jalisco, se destaca con una propuesta de sonidos psicodélicos, stoner rock, stoner metal y noise rock, que resultan tanto inquietantes como cautivadores.
La presentación de Jesús Rex Mafia podría catalogarse como “poquito pero sustancioso”. Con un set de no más de 35 minutos, supieron conquistar al público, que aunque nutrido, se veía intimidado por el imponente espacio de techos altos adornados con vitrales que contaban historias sacras. La música de Jesús Rex Mafia, acompañada de una selección de luces cuidadosamente diseñada, creó una atmósfera de penumbra que invitaba a sentirse observado, llevando a los asistentes a una experiencia casi infernal, pero divertida y original.
Una de las características destacables del proyecto es que su irreverencia y estilo juegan a su favor. Al no tomarse tan en serio, añaden una capa de profundidad a su propuesta, que en lo musical, roza lo catártico sin perder lo melódico. Su sonido recuerda a The Growlers y Japandroids, con sus propias restricciones. Sin duda, una recomendación obligada y parte de nuestras recomendaciones del año.
Si te gustan bandas como Tame Impala, Monster Magnet, los Bistie Boys, The Growlers, Japandroids o Human Tetris, sin duda disfrutarás de este trío de diablos.
Club de Orquideas, una fiesta emocional con sabor adolescente.
En el segundo tiempo de esta tarde-noche, tuvimos la oportunidad de ver y escuchar a Club de Orquídeas, una banda conformada por ocho integrantes. Cada uno con un rol que, en conjunto, amalgaman una propuesta llena de letras cargadas de sentimiento cotidiano y revueltas emocionales propias de un mundo tan caótico como uno mismo, logrando un proyecto divertido y emocionante, potenciado por la encantadora personalidad de sus vocalistas.
Esta sensación de emoción adolescente es una de las características principales de la banda. Dicho en el mejor sentido, su candidez e ingenuidad son razones por las cuales nos encanta Club de Orquídeas. Pueden ponerte a bailar con sus ritmos cadenciosos o llevarte a la introspección con letras que abordan lo que llevamos dentro y casi no se habla más que con las personas más cercanas.
Otra de las cosas que debemos reconocer de Club de Orquídeas es su ambición sonora. En una industria donde para muchos menos es más, y una banda de más de tres integrantes podría parecer incosteable, Club de Orquídeas decide nadar contra corriente y presentarse con una banda completa, incluyendo vientos, lo que acentúa sensacionalmente las melodías de canciones que ya se quedan con nosotros para siempre, como “Amor Ocupado” y “TQQ”.
Si estás en un mood tipo Olivia Rodrigo, The Last Dinner Party, Dream Wife, Rancid (sí, Rancid) o Brazilian Girls, esta banda es para ti.
Dalton: Un plato fuerte grandilocuente y apabullante.
Para quien escribe, esta visita al Alicia no solo significaba conocer el emblemático espacio (al menos en espíritu, ya que su locación original fue abandonada hace tiempo), sino también escuchar en vivo a una banda de la cual se me ha hablado hasta el cansancio: “Debes escucharlo en vivo”, me decían amigos y conocidos que ya los habían visto actuar, “si te gustaron en estudio, los vas a adorar en vivo”. Todos estos comentarios no hacían más que acrecentar la expectativa, y aunque no había tenido la oportunidad de escucharlos en vivo, sí los había conocido en persona e incluso entrevistado para el podcast de Factor Hormigueo, donde fueron los segundos invitados al proyecto. Dicha entrevista puede escucharse aquí.
Dicho esto, la misión de esa noche era escuchar a Dalton y, ¿qué puedo decirles? La banda cumple y cumple con creces. Con un sonido envolvente e hipnótico, y la voz de Renee Sabina que se entrega de manera catártica al escenario, desconectándose de todo, sumergiéndose en un trance guiado por sus compañeros músicos. Dalton es de esas bandas que al principio podrían pasar desapercibidas, pero que en cuanto empiezan a tocar, te entregan todo.
Influenciados por el rock progresivo y con una carga emocional que resonaba con lo que Club de Orquídeas había presentado previamente, Dalton nos regaló cerca de 40 minutos de virtuosismo mezclados con ritmos pop que te invitaban a bailar.
“Categoría 4”, uno de sus himnos, cerró su set en la nota más alta. Cada miembro de Dalton es un maestro en lo que hace, y esa maestría se traduce en una autenticidad y sinceridad que, liderada por Sabina, hace que el proyecto sea no solo poderoso, sino también entrañable. Su honestidad en el escenario conecta de una manera única con el público, dejándonos con ganas de más. Esperamos con ansias que sus próximos lanzamientos incluyan más de esos cortes pop que nos hacen vibrar y sentir, demostrando una vez más que Dalton es una banda que ha llegado para quedarse en el corazón de la escena musical mexicana.
Si te gustan bandas como The Mars Volta, The Marias, Patterns o The Strokes, esto te va a parecer sabroso.
Nova Club: Un cierre que no alcanzó las expectativas
Para cerrar la noche, Nova Club subió al escenario, encargándose de la última actuación de un cartel que había sido, hasta el momento, una muestra de la vitalidad y creatividad de la escena emergente. Sin embargo, a pesar de su lugar estelar en la alineación, su presentación no logró destacar frente a las actuaciones previas. Aunque su sonido intentó conectar con el público, fue difícil ignorar la falta de originalidad y profundidad en comparación con las propuestas de Jesús Rex Mafia, Club de Orquídeas y Dalton, quienes, con su energía y autenticidad, habían establecido un estándar muy alto.
El hecho de cerrar la noche establecía una expectativa de un final memorable, pero su presentación quedó opacada por la fuerza y autenticidad de las bandas previas. Esperamos que Nova Club encuentre una voz más propia y singular en el futuro, en lugar de recurrir a influencias que puedan parecer un eco de otros proyectos más conocidos. Una exploración más profunda de sus influencias podría llevarlos a un sonido más interesante y genuino, alineado con el talento y potencial que estamos seguros poseen ¡Les deseamos suerte!
La Labor de Mezcal Music.
Es imposible cerrar esta reseña sin reconocer el gran trabajo de Mezcal Music, un colectivo que en las últimas temporadas ha demostrado un compromiso genuino con la escena emergente. Con una filosofía que se enfoca en colaborar y construir en conjunto, Mezcal Music ha creado un efecto dominó en el que, al impulsar a uno, todos suben. Aunque no todas las propuestas musicales dentro de su iniciativa sean de nuestro completo agrado, siempre celebraremos y apoyaremos estos esfuerzos. El valor de una escena vibrante y auténtica radica precisamente en la diversidad de voces y estilos, y en el espacio que se les da para desarrollarse. Gracias a iniciativas como las de Mezcal Music, la música independiente en la Ciudad de México sigue viva y en constante evolución, recordándonos que, más allá de las preferencias personales, el arte y la colaboración son fundamentales para mantener una comunidad unida y en movimiento.