Panamá.- Las protestas que exigen la derogación de un contrato minero se extienden ante el uso de la fuerza pública, el cierre de carreteras en la capital y las vías de acceso hacia el centro del país por parte del gobierno. Los manifestantes son maestros, médicos, estudiantes universitarios, integrantes de comunidades originarias, trabajadores de la construcción, sindicatos y población en general.
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Luego de que el presidente Laurentino Cortizo, con la aprobación del Congreso en menos de 24 horas, firmara el viernes 20 de octubre una ley que otorga un contrato a la empresa canadiense First Quantum Minerals para explotar la mina de cobre más grande de Centroamérica por 20 años, el rechazo de la población comenzó desde las primeras horas en redes sociales.
Ante los múltiples llamados a protestar en las calles, el Ministerio de Educación informó de la suspensión de clases en todo el país a partir del lunes 23 de octubre en escuelas públicas y privadas con el objetivo de “salvaguardar a la comunidad educativa y evitar situaciones que pongan en riesgo a la población escolar”.
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El lunes iniciaron las manifestaciones y se han mantenido en los últimos cuatro días. La respuesta del gobierno de Cortizo ha sido enviar a los cuerpos policiacos y recurrir al uso de gases lacrimógenos. Sin embargo, los bloqueos y protestas afectan ya afectan vías importantes de varias ciudades y provincias como Colón, Chiriquí, Veraguas, Los Santos y Coclé, así como la Ciudad de Panamá.
Para quienes protestan, el contrato es inconstitucional, además de que la minera canadiense representa una amenaza para el medio ambiente y no ha reportado ningún beneficio al país a pesar de que inició la extracción de cobre en el país desde 2019 con 300 mil toneladas de cobre al año. Por su parte, el gobierno afirma que la minera aporta el 4% del PIB, genera 8 mil empleos directos y 40 mil indirectos.
Las consignas que se escuchan y se leen en las calles son reflejo de lo que la población panameña piensa de la decisión del gobierno: “¡Abajo los vendepatria!”, “¡No al contrato minero!”, “Protejamos nuestros recursos naturales”, “Basta de destruir nuestras tierras”, “La Patria se defiende”. En las diversas redes sociales, con el hashtag #PanamaValeMasSinMineria, a lo largo del día se difunden videos y testimonios de personas desde diversos puntos del país.
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Para Erasmo Cerrud, integrante del Sindicato de Trabajadores de la Construcción, el camino para resolver el conflicto es la derogación del contrato, una moratoria minera, y que: “se debata de cara al pueblo, si queremos ser o no un país minero”.