En medio del creciente debate internacional sobre el conflicto en Gaza, la cantante británica Dua Lipa tomó una decisión contundente: despidió a su mánager, quien firmó un manifiesto que pedía la expulsión de la banda irlandesa Kneecap del cartel del festival de Glastonbury.
El documento, respaldado por varios profesionales de la industria, acusaba a Kneecap de hacer apología del grupo Hezbolá y de incitar a la violencia contra las Fuerzas de Defensa de Israel. No obstante, para Dua Lipa esta postura resultó incompatible con sus propios principios. Según diversos medios, la artista pidió a la agencia William Morris Endeavor reemplazar al representante por diferencias irreconciliables, vinculadas tanto al conflicto en Gaza como al derecho de los artistas a expresarse sin censura.
Una postura constante frente a Gaza
No es la primera vez que Lipa fija posición. Desde el inicio de los ataques en la Franja, la intérprete de Future Nostalgia ha denunciado lo que considera un “genocidio israelí” contra el pueblo palestino, y ha utilizado sus plataformas para exigir un alto al fuego y la defensa de los derechos humanos. Su decisión refuerza la coherencia con la que ha sostenido su activismo.
¿Quiénes son Kneecap?
Formados en 2017 en Belfast, Kneecap es un trío de hip-hop compuesto por Mo Chara, Móglaí Bap y DJ Próvaí, conocidos por rapear en irlandés y abordar en sus letras temas como la vida juvenil en barrios obreros, la defensa del idioma gaélico y la reunificación de Irlanda del Norte con la República de Irlanda. También se han posicionado políticamente al criticar abiertamente a Israel, calificando la guerra en Gaza de genocidio.
Su postura los ha llevado a enfrentarse a polémicas. En Coachella 2024, encabezaron cánticos de “¡Palestina libre!” y proyectaron mensajes contra Israel y Estados Unidos, lo que desató críticas de figuras como Sharon Osbourne, quien incluso pidió revocar sus visas estadounidenses. Poco después, circularon videos antiguos en los que presuntamente expresaban apoyo a Hamás y Hezbolá. La policía antiterrorista británica abrió una investigación, aunque la banda rechazó las acusaciones, asegurando que se trataba de material sacado de contexto y de una campaña de desprestigio.
A pesar de la presión de políticos como el primer ministro británico Keir Starmer, Glastonbury mantuvo a Kneecap en su cartel. El festival congregó a multitudes durante su actuación, en la que los músicos reforzaron su apoyo a Palestina y compararon la situación en Gaza con la historia de colonialismo vivida por Irlanda.
Actualmente, la policía británica mantiene abierta una investigación sobre su show en Glastonbury, junto con otra actuación de la banda de punk Bob Vylan, en la que se entonaron consignas contra el ejército israelí.
Música, política y libertad de expresión
La controversia en torno a Kneecap refleja la tensión global entre libertad artística y posicionamiento político en un contexto de guerra. Con su decisión, Dua Lipa se distancia de la censura y reafirma su compromiso con una postura crítica hacia la ofensiva israelí en Gaza, aún a costa de romper con su equipo cercano.