El Vaticano ha emitido oficialmente un comunicado permitiendo, por primera vez en su historia, la bendición de parejas del mismo sexo en situaciones irregulares, manteniendo, sin embargo, su posición contraria al matrimonio homosexual. Esta decisión ha sido comunicada a través de un documento publicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
A pesar de que algunos sacerdotes ya realizaban bendiciones a parejas homosexuales en países como Bélgica y Alemania, esta es la primera vez que la Iglesia Católica abre claramente el camino hacia estas bendiciones.
Los límites de esta autorización han sido enfatizados por representantes de la Iglesia Católica, aclarando que la bendición no equivale al matrimonio. La posición oficial de la iglesia sigue siendo la unión entre un hombre y una mujer abierta a la procreación.
El Papa Francisco ha liderado esta histórica decisión al permitir que todos los sacerdotes católicos tengan la facultad de bendecir a parejas en situaciones irregulares, incluyendo uniones homosexuales o parejas divorciadas que se han vuelto a casar.
Aunque el Papa expresó su deseo de avanzar en este tema, no todos los miembros de la Iglesia están de acuerdo con esta medida. La aplicación de esta reforma afecta a los más de 1300 millones de fieles católicos en todo el mundo. Sin embargo, se ha dejado claro que no se realizarán ritos que puedan confundir a los fieles, evitando que, por ejemplo, una pareja homosexual que haya contraído matrimonio civil reciba la bendición dentro del mismo acto.
El Vaticano autoriza la bendición de parejas del mismo sexo bajo ciertas condiciones https://t.co/uQi00egdrJ pic.twitter.com/UUMTMHJCX6
— News Vaticano 🇻🇦 (@news_vaticano) December 18, 2023
El Vaticano indica a estas parejas que esperen para recibir la bendición en un contexto separado del matrimonio civil, como en una peregrinación o encuentro con un sacerdote, para evitar cualquier conexión directa con el matrimonio civil.
Esta decisión ha generado un debate en la Iglesia, pero representa un paso significativo en la postura de la institución hacia las parejas del mismo sexo en situaciones no convencionales, marcando un hito en la historia de la Iglesia Católica.