Ciudad de México.-En un abandono a los límites de la creación, Maricarmen Graue Huesca revela su experiencia y sus sentidos en las obras que integran Lo que no ve el espejo, la cual está dispuesta en la Galería de Arte de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
La exposición está conformada por trabajos de la chelista, escritora y artista plástica nacida en la Ciudad de México, quien ha sido reconocida dentro de la lista de las 100 mexicanas y mexicanos más creativos.
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Con poco más de 30 piezas, la artista invita al espectador a conocer su vida, su intimidad y sus pasiones, con cuadros que destacan por un lenguaje pictórico basado en la acuarela y los trazos superpuestos.
El visitante será atraído por la serie de autorretratos que integran esta exhibición, en los que integra los muchos rostros que es ella, con trazos difuminados, pero de contundente presencia.
Para Graue Huerta éste es un pretexto más para desplegarse y explorar otros lenguajes, tal como lo ha hecho en la música, las letras y la experimentación sonora.
Tal como menciona el escritor coahuilense Edgar Lacolz, hablar de ella es hacerlo de una persona multifacética, que se hace presente lo mismo en un ensamble de músicos, que en una obra autobiográfica o un quinteto de free jazz.
Se trata –señala– de “una creadora permanentemente curiosa”, ya que “bien puede saltar de ciertas penumbras a la algarabía de la imaginación; de la vulnerabilidad de la escritura a la estaticidad de un semblante contemplativo”.
La artista esboza sus trabajos lo mismo en el acrílico, la acuarela, los recortes de libros o la corteza de árbol, poniéndose en el centro de un relato que no hace más que maravillar por su belleza y contundencia, al asumirse de manera simultánea como creadora y musa.
Esto puede contemplarse en Cara a cara, obra de mediano formato que trabajó en acrílico sobre papel; en ella muestra su rostro contorneado con una cabellera prominente que sombrea el centro de la creación.
Otra de estos autorretratos es Des trazada, autorretrato que permite ver un semblante distinto en el que sobresale su mirada honda, en ella explora la contraposición del color arena de su piel con un azul océano profundo.
Lo que lee el espejo es otra de las indagaciones de la artista, escultura que materializó en técnica mixta superponiendo hojas de libros para formar un rostro en tercera dimensión.
“En esta exposición la cotidianeidad se convierte en retratos, esperas, juegos de palabras, recuerdos, contorsiones, olvidos, pactos y celebraciones. Lo que no ve el espejo se encuentra compuesta por retazos de su día a día”, agrega Lacolz en la hoja de sala.
Graue Huesca estudió en el Conservatorio Nacional de Música, la Escuela de Perfeccionamiento Vida y Movimiento del Centro Cultural Ollin Yoliztli y en el Conservatorio Estatal de Moscú P. I. Chaikovski. Ha sido becaria del FONCA en el área de ejecutantes. Actualmente está desarrollando, junto con dos miembros del Colectivo Discreantes, un proyecto audiovisual, gracias al incentivo llamado PAPIAM-D (Programa de Apoyo a la Producción e Investigación en Arte, Medios y Discapacidad), otorgado por el CENART y el Consejo Británico.
Lo que no ve el espejo estará abierta al público hasta el viernes 9 de septiembre en la Galería de Arte Iztapalapa de la UAM.