Massive Attack se convirtió en el primer gran grupo en exigir la retirada total de su música de Spotify a nivel global, argumentando los vínculos de su fundador y director ejecutivo, Daniel Ek, con la industria militar que opera en el conflicto entre Israel y Gaza.
El dúo británico, conformado por Robert Del Naja (3D) y Grant Marshall (Daddy G), confirmó a través de su perfil de Instagram que ha solicitado formalmente a su discográfica, Universal Music Group, la eliminación de su catálogo de la plataforma.
De un retiro parcial a un boicot global
En un primer momento, la petición de Massive Attack pedía que su música desapareciera únicamente en Israel, en apoyo a la campaña No Music For Genocide. Sin embargo, poco después ampliaron su demanda:
“Hemos solicitado que nuestra música no esté presente en ningún territorio en Spotify por las (reportadas) inversiones de su CEO en una empresa que produce drones militares y tecnología de IA integrada en aviones de combate”.
La referencia apunta directamente a Helsing, una compañía alemana de defensa en la que Ek ha invertido a través de su firma Materia Prima. Según reportó Pitchfork, la empresa desarrolla software basado en inteligencia artificial para uso en decisiones militares.
Paralelismos con el apartheid
Massive Attack comparó la situación actual con el movimiento artístico que presionó contra el régimen de apartheid en Sudáfrica:
“A nuestro entender, el precedente histórico de la acción efectiva que artistas tuvieron durante el apartheid en Sudáfrica, y dado el apartheid, los crímenes de guerra y el genocidio que actualmente está cometiendo el Estado de Israel, hacen que la campaña No Music For Genocide sea una necesidad”.
El grupo enfatizó que lo que antes fue “complicidad inaceptable” con un Estado segregacionista, hoy se repite con Israel.
Entre la economía y la ética
Los británicos también señalaron que, además de la carga económica que Spotify ya impone a los músicos con sus bajos pagos, ahora se suma un dilema moral:
“El dinero ganado con esfuerzo por los fans y los músicos termina financiando tecnologías letales y distópicas”.
El comunicado concluye con un llamado a otros artistas:
“Hacemos un llamamiento a todos los músicos para que transformen su tristeza, su ira y sus contribuciones artísticas en una acción coherente, razonable y vital para poner fin al infierno indescriptible que sufren los palestinos hora tras hora”.
Un precedente en la industria
La salida de Massive Attack marca un antes y un después: es la primera gran banda firmada con una major como Universal en dar este paso, sumándose a una ola de boicot que hasta ahora había sido liderada por proyectos independientes como Hotline TNT, Xiu Xiu o King Gizzard & The Lizard Wizard.
La diferencia es sustancial: mientras esas bandas tienen nichos más reducidos, Massive Attack acumula más de 7,7 millones de oyentes mensuales en Spotify, lo que convierte su decisión en un golpe simbólico y económico de mayor alcance para la plataforma.