La tensión social en Tabasco escaló a un nuevo nivel este martes luego de que fuerzas antimotines del estado y elementos de la Guardia Nacional disolvieran con gases lacrimógenos el plantón que durante 37 días han mantenido estudiantes, docentes y padres de familia del Instituto Tecnológico Superior de los Ríos, en el municipio de Balancán. La represión provocó una respuesta inmediata: el bloqueo fue reinstalado con quema de llantas, y las acusaciones de abuso de poder no tardaron en llegar.
La comunidad estudiantil exige la destitución del director Iván Arturo Pérez Martínez, señalado por nepotismo, acoso sexual, abuso de poder y diversas irregularidades. Las protestas comenzaron pacíficamente, con demandas de mejor infraestructura, servicios y transparencia en la gestión del plantel, pero escalaron el lunes con el cierre de la carretera Balancán-Villahermosa.
La madrugada del martes, en un sorpresivo operativo, las fuerzas de seguridad avanzaron para despejar el plantón. Videos difundidos en redes sociales muestran a estudiantes y docentes tratando de refugiarse dentro del plantel mientras son alcanzados por gases lacrimógenos. “Nos tiraron gas, necesitamos que nos ayuden por favor”, suplica una joven con el rostro cubierto y los ojos llorosos. En otro video, se escucha a los estudiantes corear el himno nacional mientras son desalojados.
Pese a la intervención, los manifestantes volvieron a tomar la vialidad, esta vez con mayor determinación. Encapuchados, colocaron llantas sobre la carretera, las rociaron con gasolina y les prendieron fuego, reanudando así el bloqueo al acceso principal de Balancán.
El Sindicato Nacional de Educación Superior denunció la existencia de al menos 10 órdenes de aprehensión contra estudiantes y docentes, y responsabilizó directamente al gobernador morenista Javier May Rodríguez. En un comunicado, calificó el operativo como un “despliegue desproporcionado” y condenó que una fuerza federal como la Guardia Nacional, “creada para proteger al pueblo”, haya sido utilizada para “intimidar y agredir a jóvenes que exigen condiciones dignas y atención a denuncias graves”.
“Desde tempranas horas, fuerzas estatales irrumpieron en el acceso principal al municipio, donde los estudiantes mantenían una protesta sin obstrucción, sin violencia y con total apego a sus derechos constitucionales”, añadió el sindicato.
En respuesta, el gobierno estatal emitió un comunicado donde aseguró que actuó para liberar el paso en beneficio de habitantes de la zona que requerían atención médica. También afirmó que ha habido apertura al diálogo con los inconformes, aunque no detalló ninguna fecha ni resultado concreto.
Sin embargo, las redes sociales se llenaron de mensajes de indignación. En páginas estudiantiles circulan videos y fotografías del enfrentamiento, acompañadas de mensajes como “7 de mayo no se olvida” y “Nos fallaste, gobierno represor, gobierno traidor”.
Organizaciones políticas como el PRD y el PRI también criticaron la actuación del gobierno estatal. El dirigente perredista Rafael Acosta León acusó a Javier May de responder con represión ante un conflicto que exige diálogo, y responsabilizó a las autoridades por cualquier daño a los manifestantes. El diputado federal Erubiel Alonso advirtió que presentará una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por presunta represión.
La comunidad del Tec de los Ríos ha prometido no ceder. “Vamos a regresar”, advirtieron estudiantes frente a las cámaras. El conflicto, lejos de apagarse con gas, se mantiene más encendido que nunca.
