Un sismo de magnitud 6.0 se registró este lunes en el sur de California, generando alarma entre los residentes de ciudades como Poway, Santee, Escondido, El Cajón, La Mesa y San Marcos. El movimiento telúrico, que se produjo a una profundidad de 9 kilómetros, no dejó heridos graves ni daños estructurales de consideración, aunque sí provocó más de un grito, evacuaciones preventivas y muchas publicaciones nerviosas en redes sociales.
Las autoridades locales informaron que no se han reportado daños significativos, pero que se están realizando evaluaciones en la infraestructura de las zonas afectadas, solo para asegurarse de que todo esté en orden.
¿Un susto o una anécdota?
En países como México —particularmente en ciudades como la CDMX, Oaxaca, Puebla o Guerrero—, un sismo de esa magnitud suele ser tomado con algo más de calma. De hecho, en redes no faltaron los comentarios del tipo: “¿6 grados? Eso acá es el arrullo para dormir”, o “Eso apenas mueve el mezcal”. Y es que, con la experiencia sísmica que cargan varios estados mexicanos, este tipo de movimientos suelen dejar más memes que daños.
USGS mantiene vigilancia
El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) emitió un comunicado posterior al sismo, indicando que la probabilidad de réplicas importantes es baja, aunque seguirán monitoreando la actividad en la región por precaución.
A pesar del susto, la situación está bajo control. Lo bueno: no hay pérdidas humanas ni daños graves que lamentar. Lo curioso: el sismo dejó claro, una vez más, que la percepción de un temblor depende mucho del código postal.