Olivia Rodrigo, la sensación del pop, ofreció una actuación estelar en el Pyramid Stage de Glastonbury 2025 que fue mucho más que un concierto: una experiencia catártica que resonó con miles de asistentes. La artista transformó el enorme escenario en un espacio íntimo, similar a un baile de graduación, donde los sentimientos adolescentes de desamor y traición se liberaron colectivamente.
Olivia Rodrigo brought out Robert Smith from The Cure to perform “Just Like Heaven” and “Friday I’m In Love” at Glastonbury! pic.twitter.com/9o9wXMyOMx
— 🏁 (@concertleaks) June 29, 2025
Un Concierto para el Corazón Roto
Desde el inicio, Rodrigo irradió una energía contagiosa, recorriendo el escenario con saltos que la multitud intentó igualar. Su banda la acompañó, contribuyendo a la atmósfera de cercanía. Quienes nunca han experimentado un corazón roto, señalaron los asistentes, se perdieron una parte fundamental de la experiencia: la oportunidad de compartir esa intensa rabia con 120,000 personas.
El público, una mezcla de adolescentes y adultos que reconectaron con su yo de 17 años, coreó cada letra con pasión. Durante canciones como “Deja Vu”, se observaron a jóvenes mostrando fotos de sus ex-novios en sus teléfonos, una expresión de empoderamiento que sorprendió a muchos de los presentes. La capacidad de Rodrigo para conectar con la experiencia universal de la traición y el dolor del desamor fue palpable.
Robert Smith, el Invitado Sorpresa
La noche tuvo un momento inesperado y sublime cuando Rodrigo introdujo a “uno de los más grandes compositores británicos”, haciendo pensar a muchos en Ed Sheeran, quien la acompañó en su show de Londres. Sin embargo, para sorpresa y deleite general, Robert Smith, el icónico líder de The Cure, apareció en el escenario. Juntos, interpretaron dos duetos “absolutamente divinos”: “Friday I’m In Love” y “Just Like Heaven”. Smith, inicialmente algo confundido, terminó encantado con la energía de Rodrigo, intercambiando miradas de complicidad mientras compartían líneas.
Aunque no hubo más invitados, Rodrigo demostró que no los necesitaba. Un momento estaba dando patadas altas mientras los fuegos artificiales estallaban, al siguiente gateaba por una cámara bajo el escenario. Gritaba a la cima de la colina de Pyramid y luego corría para estrechar las manos de los fans en la barrera. Su banda, compuesta exclusivamente por mujeres o personas no binarias, aportó una actitud innegablemente “cool”. La diversión que Rodrigo experimentó fue tan contagiosa que era imposible no disfrutar de su actuación.
Olivia Rodrigo hoy en el Festival de Glastonbury 🇬🇧❤️#OliviaRodrigo #GUTSWorldTourSpilled #Glastonbury2025 pic.twitter.com/dNdTVYXkxJ
— Livies Latam Nation (@Liviesnews_la) June 30, 2025
El Impacto de “Vampire” y “Driver’s License”
El setlist no se desvió drásticamente de su gira actual, y aunque hubo una pequeña “fetichización británica” con unos shorts de la bandera Union Jack, las pequeñas molestias no opacaron la emoción del público. Cuando Rodrigo interpretó “Vampire”, que desató una ovación masiva, el impacto de escuchar a cien mil personas gritar su “diss track” fue monumental. La capacidad de Rodrigo para canalizar esa experiencia universal de traición fue evidente en la euforia colectiva.
Momentos especialmente emotivos llegaron con “Driver’s License” y “Traitor”, ambas interpretadas al piano. La multitud se entregó a sus sentimientos, creando una atmósfera tan cargada que, bromeaban, cualquier ex-novio presente “habría estallado en llamas”. La actuación de Rodrigo fue una combinación de fuerza y vulnerabilidad que dejó una impresión duradera.
Al finalizar el set, con fuegos artificiales y una multitud extasiada, la frase más escuchada fue: “¡Eso fue increíble!”. La actuación de Olivia Rodrigo en Glastonbury 2025 se consolidó como un show inolvidable, una sesión de terapia masiva y un “Glastonbury Moment™” que quedará grabado en la memoria de todos los presentes.
“Pop’s Brightest New Hope, Might Just Be a Rockstar” pic.twitter.com/xy89utTcby
— Olivia Rodrigo Daily (@DailyRodrigo) June 29, 2025

