La actriz Allison Mack, recordada por su papel como Chloe Sullivan en la serie Smallville, ha contraído matrimonio en una ceremonia privada celebrada al aire libre en Los Ángeles, marcando un nuevo comienzo tras haber estado involucrada en uno de los escándalos más mediáticos de la última década.
De acuerdo con el sitio especializado TMZ, Mack se casó con un hombre identificado como Frank, a quien conoció en 2023, poco tiempo después de haber salido de prisión. Su relación comenzó de forma casual en un parque para perros y evolucionó hasta comprometerse a finales de 2024. El enlace fue discreto: ella vistió un sobrio vestido blanco con escote halter y llevó el cabello recogido con flores naturales, en un entorno íntimo lejos del ojo público.
La boda ocurre apenas dos años después de que Mack recuperara su libertad tras cumplir una condena de tres años por su participación en la secta NXIVM y su subgrupo secreto DOS. Fue arrestada en 2018, acusada de reclutar mujeres para ser explotadas sexualmente por el líder de la organización, Keith Raniere. En 2019, se declaró culpable de asociación delictuosa y crimen organizado.
Cumplió su sentencia en una prisión federal en Dublín, California, y fue liberada en julio de 2023, antes de completar la pena total, beneficiada por la First Step Act, una legislación que permite reducciones por buena conducta.
Durante el juicio, Mack expresó públicamente su arrepentimiento. En una carta enviada al tribunal, aseguró haber sido engañada y haber infligido daño creyendo que participaba en un proceso de superación personal. Reconoció su responsabilidad y se disculpó con las víctimas.
El caso NXIVM acaparó titulares por la participación de figuras públicas y el uso de técnicas coercitivas para explotar a mujeres dentro de una estructura piramidal. Mack llegó a ocupar una posición de liderazgo en la organización. En ese contexto, se casó en 2017 con la también actriz Nicki Clyne, en un matrimonio que exmiembros del grupo aseguran fue alentado por el propio Raniere. La relación terminó durante el proceso judicial.
Keith Raniere, por su parte, fue sentenciado a 120 años de prisión por delitos que incluyen tráfico sexual, trabajo forzado y conspiración criminal. El caso sigue siendo un referente sobre cómo el abuso de poder puede camuflarse bajo discursos de autoayuda.
La reciente boda de Mack es vista como un intento de retomar su vida lejos del escrutinio mediático y del oscuro pasado que la vinculó con NXIVM.
