CDMX / Tel Aviv. — El Gobierno de México avanza en las gestiones para repatriar a los seis activistas mexicanos que fueron interceptados el pasado jueves por fuerzas israelíes mientras participaban en la Flotilla Global Sumud, una misión internacional que transportaba alimentos e insumos hacia la Franja de Gaza.
Hasta el momento, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) no ha dado una fecha concreta para su retorno ni ha detallado los resultados de las conversaciones entre el embajador Mauricio Escanero y las autoridades israelíes. La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este lunes que “en las próximas horas habrá más información” y que el embajador mexicano mantiene comunicación permanente con el gobierno de Israel.
Los seis mexicanos detenidos
Los activistas Ernesto Ledesma Arronte, Arlín Medrano, Laura Alejandra Vélez Ruiz Gaitán, Carlos Pérez Osorio, Sol González Eguía y Diego Vázquez fueron trasladados primero al puerto de Ashdod y posteriormente a la prisión de máxima seguridad de Ketziot, una instalación de 400 mil metros cuadrados ubicada en el desierto del Negev, cerca de la frontera con Egipto.
Ketziot, inaugurada en 1988, fue el principal centro de detención de los palestinos arrestados durante la Primera Intifada, el levantamiento popular contra la ocupación israelí iniciado en 1987. Hoy, su nombre vuelve a estar asociado con denuncias de maltrato y tortura contra cientos de activistas internacionales detenidos durante la interceptación de la flotilla.
En un comunicado emitido este domingo, la SRE informó que Escanero se reunió nuevamente con los seis activistas y sus familias,
“para mantenerlos informados sobre el proceso de repatriación y gestionar algunos medicamentos que requieren, a través de los canales diplomáticos”.
Testimonios de abuso en Ketziot
La presión mediática y las denuncias de violaciones a derechos humanos han acelerado las repatriaciones de algunos grupos europeos. Entre ellos, los primeros activistas españoles llegaron a su país la noche del domingo, denunciando públicamente los abusos sufridos en la prisión.
“Nos han golpeado, arrastrado por los suelos, vendado los ojos, atado de pies y manos, metido en jaulas e insultado”.
Declaró el abogado andaluz Rafael Borrego a su llegada al aeropuerto de Barajas. Varios de sus compañeros confirmaron que a algunos detenidos se les negó medicación esencial, como insulina o tratamientos cardiacos, y que los custodios israelíes llegaron a decirles “que no tenían médicos para animales”.
Otros relataron privaciones del sueño, amenazas con armas apuntadas a la cabeza y ataques con perros. Estas declaraciones coinciden con los informes del Centro de Defensa de los Derechos de la Minoría Árabe (Adalah), una organización que asumió la defensa legal de los activistas.
“Un proceso ilegal de principio a fin”
La ONG Adalah denunció en un comunicado que los activistas fueron víctimas de agresiones, amenazas y acoso. Según la organización, al menos 331 detenidos relataron haber sido obligados a permanecer arrodillados con las manos atadas durante cinco horas, después de cantar “Palestina libre”.
También se les habría negado agua, medicamentos y acceso al baño, además de aplicarles técnicas de privación sensorial —como despertarlos violentamente cada vez que intentaban dormir—. Adalah calificó la detención como “ilegal de principio a fin”, pues comenzó con el “secuestro en aguas internacionales” de los barcos humanitarios y su posterior remolque forzoso al puerto israelí de Ashdod.
Postura del Gobierno mexicano
La presidenta Claudia Sheinbaum reiteró el respaldo de México a Palestina y condenó la forma en que las fuerzas israelíes interceptaron a los activistas.
“No nos pareció la manera en la que se interceptó a este grupo de gente que lo que llevaba era ayuda humanitaria”, declaró. “Desde el primer momento, acompañamos con distintos países una denuncia ante La Haya. Lo que buscamos es la convivencia de ambos Estados, la construcción de la paz y el fin de esta terrible situación de agresiones hacia Palestina. Lo catalogamos, sí, como un genocidio.”
Mientras tanto, familiares y organizaciones solidarias en México han convocado protestas y vigilias frente a la Embajada de Israel en la Ciudad de México, exigiendo la liberación inmediata de los seis mexicanos y denunciando la represión contra la Flotilla Global Sumud, compuesta por más de 440 activistas de más de 30 países.