Ciudad de México– El Senado mexicano se convirtió en un verdadero campo de batalla este martes, cuando un grupo de manifestantes irrumpió en el pleno durante la discusión de la polémica reforma judicial impulsada por el presidente López Obrador. La sesión tuvo que ser suspendida de inmediato, y los legisladores se vieron forzados a trasladarse a una sede alterna para continuar con el debate bajo estrictas medidas de seguridad.
Desde temprano, la tensión dentro y fuera del recinto era palpable. Manifestantes a favor y en contra de la reforma se aglomeraron en las inmediaciones del Senado, mientras en su interior la oposición denunciaba una agresiva campaña de presión por parte del oficialismo. Senadores del PAN, PRI y MC acusaron a Morena de utilizar amenazas y arrestos para asegurar el voto decisivo que les falta para aprobar la reforma.
El bloque de Morena, que cuenta con 85 votos, necesita solo uno más para lograr la mayoría calificada y dar luz verde a la controvertida enmienda, que propone la elección de jueces por voto popular. En un ambiente de creciente sospecha, surgieron rumores sobre la desaparición de varios legisladores, entre ellos Miguel Yunes Márquez, quien, según algunas fuentes, habría sido presionado para apoyar la reforma.
🇲🇽 “¡El poder judicial no va a caer!”;“¡Yunes, traidor, te vendiste al dictador!”, exclaman cientos de manifestantes que tras dar #portazo irrumpieron en la sesión del #Senado en rechazo a la #ReformaAlPoderJudicial. 🗣️🪧
📹 Rosaura Torres pic.twitter.com/KwnROw3vop
— AMEXI (@Amexi_noticias) September 11, 2024
La irrupción de manifestantes, que lograron ingresar al pleno y cantar el Himno Nacional desde los asientos de los senadores, dejó en evidencia la fragilidad de los protocolos de seguridad en uno de los momentos más críticos para la política mexicana. A pesar de la confrontación, los legisladores oficialistas han negado las acusaciones de presión y se mantienen firmes en su intento de aprobar la reforma.
Se espera que la votación final ocurra en las próximas horas, con un desenlace que podría cambiar para siempre el rumbo del sistema judicial mexicano. Mientras tanto, la batalla en el Senado continúa.