Toluca.- Un insólito intento de robo fue captado por cámaras de seguridad en el Centro Joyero de Toluca, donde una mujer aparentemente se tragó un anillo para llevárselo sin pagar.
El hecho ocurrió el 5 de octubre de 2025 a las 15:32 horas, según el registro de la cámara del establecimiento. En las imágenes, difundidas por la cuenta de denuncias ciudadanas Qué Poca Madre, se observa a una clienta probándose varias piezas mientras conversa con la empleada.
En un momento de distracción, la mujer —vestida con chamarra oscura y blusa roja— se lleva una de las joyas a la boca y, al parecer, la ingiere sin mayor problema, continuando la plática como si nada hubiera pasado.
La publicación que acompañó el video señala que “al parecer se lo tragó porque siguió hablando bien”, comentario que desató una ola de reacciones en redes sociales.
Buscan identificarla
El clip, compartido con el hashtag #DenunciaCiudadana, acumuló miles de visualizaciones en pocas horas. Diversos usuarios expresaron asombro y humor ante el método del robo, aunque otros señalaron los riesgos médicos y las consecuencias legales de este tipo de actos.
Hasta el momento, la presunta responsable no ha sido identificada ni localizada, y no se ha presentado una denuncia formal ante las autoridades locales.
❌DOÑA #RATONA SE TRAGA UN ANILLO PARA ROBÁRSELO EN EL #CentroJoyero DE #TOLUCA.
🚨#DenunciaCiudadana
Esta señora fue a preguntar por varios anillos y cuando me distraje se lo metió a la boca, al parecer se lo tragó porque siguió hablando bien. No se vale que este tipo de… pic.twitter.com/SrKrQLPskh— Qué Poca Madre 🇲🇽 (@QuePocaMadre_Mx) October 6, 2025
Posibles sanciones
De acuerdo con el Código Penal del Estado de México, el robo en establecimientos comerciales puede castigarse con uno a cinco años de prisión, dependiendo del valor del objeto sustraído.
Si además se demuestra dolo o alteración de evidencia, como podría interpretarse el hecho de tragarse el anillo, la sanción podría agravarse.
Mientras tanto, el video continúa circulando ampliamente, dejando a más de uno con la misma pregunta: ¿hasta dónde llega la creatividad del crimen menor en tiempos virales?